domingo, 25 de diciembre de 2011

No oyes ladrar los perros - Juan Rulfo




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En el cuento existen varios hechos importantes que vale la pena destacar y analizar:
1.     Para empezar vamos a analizar el problema: se trata de un problema generado por circunstancias que nos muestran lo difícil que es la vida, ya sea que haya sido un asalto, una pelea o una enfermedad lo que le ocurrió a Ignacio (el hijo). Una característica que deriva de lo anterior es el hecho de que para solucionar el problema exista la necesidad de realizar grandes esfuerzos o grandes cantidades de trabajo, como lo es el hecho de transportar a otra persona en los hombros, por grandes distancias y mas encima en la noche; lo que sin duda nos hace sentir un toque de realidad en el relato, una especie de cercanía.
2.     Otro hecho que creemos importante es el que el hombre no pueda soltar a su hijo, el que sepa que si lo baja, no lo va a poder subir de nuevo y ,por lo tanto, su hijo va a morir. El padre a pesar de las peticiones del hijo, no lo baja de sus hombros ni lo abandona. Esto nos muestra más la cercanía de la dificultad en la vida, la existencia de algo que se debe hacer, algo que si no se hace o se deja de hacer, traerá consecuencias irremediables y que durarán para siempre.
3.     También creemos importante recalcar el hecho de que el padre, sabiendo que su hijo es un maleante, lo ayuda por la memoria de su madre. El padre lo ayuda a pesar de que está conciente que cuando su hijo se reponga, volverá a sus andanzas. Esto nos muestra el apego que tiene el padre por las tradiciones, el deseo de hacer lo que sabe que es correcto.
4.     El padre en partes del cuento hace notar que ya no ve nada y que se siente sordo. Esto nos lleva a pensar que el se encuentra aislado del mundo, que se encuentra cegado por el hecho de ayudar a su hijo, de cumplir consigo mismo. El momento en que logra escuchar a los perros es cuando ya alcanzó el pueblo, y tiene a su hijo, que ya ni siquiera habla, tendido frente a una casa del pueblo; momento en que el ya cumplió con su tarea, cumplió con su mujer, con su deber de padre y con su conciencia, lo que lo libera y le permite conectarse con el mundo de nuevo escuchando a los perros del pueblo.
      Esto se muestra claramente en una de las frases finales del cuento, donde el padre, ya habiendo soltado a su hijo le dice “—¿Y tú no los oías, Ignacio? —dijo . No me ayudaste ni siquiera con esta esperanza.”. La frase anterior nos confirma que el padre se encontraba en una lucha consigo mismo, de su conciencia que le indica que ayude al hijo contra su razón que le indica que lo deje ya que es un maleante. (adaptado de http://html.rincondelvago.com y http://www.rinconcastellano.com)
                                                         Rulfo habla de sus inicios

 http://www.clubcultura.com/clubliteratura/clubescritores/juanrulfo/rulfofotografo3.htm